Poesia Amatoria
TARDE DE MARZO
Ahhh tarde de Marzo,
había juego de sueño
El aire respiraba cómplice,
el lecho aguardaba dulce
.
El abrazo amigo
se hizo amante
fueron tus manos, tu boca,
mi piel presa deliciosa
Entró por la ventana
el silencio...el universo todo se detuvo.
El placer conquisto
el descanso
Ahhh tarde tibia de Marzo,
de mentirosas siestas
matriculó el deseo comprimido.
Cómo te extraño...
Mariela Rodríguez 12/03/05
2 comentarios
stella maris alonso -
Un beso Mariela
Joaquin -
Recuerdo cuando niño, los esfuerzos de mis padres, como tantos otros padres, por conseguir que las horas de la siesta las dedicaramos como ellos a dormir y descansar, pero creo que no sospecharon nunca que las siestas -como diría años después mariela- son mentirosas, y no sólo mentirosas sino especialmente proclives a las ensoñación despierta que al sueño propiamente dicho. De haber tenido la más ligera idea nunca hubieran empleado con nosotros la argucia torpe que emplearon, arruinando su propio descanso con nuestros gritos, ruidos en el trastero y misteriosas desapariciones pegados a las paredes de las calles incendiadas...como si la sombra de esas centrales horas del dia que apenas cubría medio palmo las aceras, pudiera dar cobertura a nuestra subrepticia huida..
Evidentememente no, no se les hubiera ocurrido amedrentarnos con la Canícula, que al menos para mi siempre tuvo un enigmático rostro entre animal mitológico y monstruo traganiños...
-No salgais ahora, recien comidos niños...que os agarrará la Canícula!
Qué más podían desear nuestras mentes infantiles sedientas de aventura que desafiar a un tiempo la orden paterna y un formidable y desconocido monstruo? De esta manera sobreexcitada y expectante quedaban nuestras pequeñas almitas que en cuanto consideraban bien dormidos los vigilantes ( a veces no se dormian los puñeteros, haciendo ellos mismo unos extraños sonidos muy susurrantes, como jadeos...pero es que solo mucho mas tarde supe que las siestas ademas de mentirosas y propicias al ensueño, son tambien muy propicias a toda suerte de arrumacos y peripecias amatorias, al amor carnal en suma..); bien dormidos decía, nos apresurabamos a abrir sin ruido puertas, a caminar sin ruido aceras incendiadas, a internarnos ya libres del obligatorio silencio en bosquecillos cercanos, cuevas abandonadas o fuentes cuajadas de libélulas, sendas plagadas de lagartijas en busca de la Canícula dichosa, desando tanto verla aparecer como temiendo que apareciera de pronto...
Enfin, que siestas aquellas, no sé si de marzo o ya bien entrado el verano ( periodo que la temible bestia tenia por suyo de entre todo el año), lo cierto, es que cuando mayor, cada vez con mas cierta y firme costumbre, tengo que reconocer cuanto he dejado atras...Atrás quedó la Cánicula que tuvo a bien no aparecer jamás y por ello me libre de insolaciones mas que probables; atrás tambien quedaron los arrumacos amorosos de las siestas adolescentes con primas y novias jugando a médicos...y tantas historias que podrían haberse escrito para escapar del olvido y que se que mi memoria solo guardará unos años más mientras los poetas me las hagan volver a la cabeza -gracias de nuevo mariela- ; pero es hora de volver al hoy.
Hoy, cada vez más, me tumbo en el sofá despues de una comida, eso si, siempre muy frugal o en ayunas.. y duermo siestas que Cela calificaba de orinal, por cuanto duran a veces más horas que el sueño de mis noches...
Alguien postula que cuanto mas dormimos menos vivimos, pero yo no estoy tan seguro de eso....Yo sigo vivo y el pobre vecino, segun han llegado a determinar las autoridades forenses y expertos en general, no ha muerto de una sobredosis, no. Contra todo pronóstico, la dosis era la habitual en el, y se encontraba cuando la parca lo vino a visitar, en lo más profundo de un viaje por Itaca tal vez, o entre los brazos de Calipso...vaya usted a saber..pero yo acabada de comer; me había tumbado según costumbre; y segun costumbre ( probablemente heredada de las siestas de mi padre) empece leve pero constantemente a roncar, y debió sucecer, pues yo mismo acabé despertandome; que al voltearme y quedar boca arriba di ronquido tal que mas pareciera rugido horrendo de la Canícula... y el pobre vecino, en pleno viaje de su dosis habitual de lsd salío tambien él tan precipitadamente de sus propios sueños, que el corazón no previendo arrebato tal hizo pufff y finiquitó su latir pausado de un solo sistole magnífico y demoledor...
Asi, que estimado amigo lector, cuidado lo que tomas para ir a dormir la siesta, cuidado con los vecinos que abandonen la niñez para entregarse a morfeo como adultos consumados; cuidado en suma con quien compartes las siestas, sean estas de marzo o de juio o agosto, porque lo creas o no, la Canícula existe y te da un susto cuando menos lo esperas!